#ADOPTAUNAAUTORA Sonetos del portugués

28/8/17


How do I love thee? Let me count the ways. 
I love thee to the depth and breadth and height 
my soul can reach, when feeling out of sight
for the ends of Being and ideal Grace

Como ya os conté en la primera entrada sobre esta autora, Elizabeth quería muchísimo a su marido y estos sonetos están dedicados a él. Al principio eran algo privado, una de esas cosas que en aquella época se escribían para demostrar tu amor a otra persona, pero Elizabeth acabó publicando aunque poniendo un título que no hiciera muy evidente el destinatario de los poemas. Al principio ella quería haber puesto "Sonnets from the Bosnian" pero Robert, su marido, le sugirió cambiarlo por "Sonnets from the Portuguese". 

Elizabeth llevaba toda su vida enferma y al principio de este poema menciona que algo le tiraba del pelo y creyó que era la muerte. Pero no, quien estaba agarrándola era el amor y ahí es cuando nos señala el principal tema de esta obra: el amor. A Elizabeth le habría encantado la canción de All you need is love. Para ella, Robert fue su salvación, el amor era para ella muy importante y a lo largo de estos sonetos nos habla de eso, de la salvación que supuso para ella. Además, a parte de mencionar el amor, también menciona a Dios, como una forma de validar esa relación y también como una forma de unir el amor y la muerte, porque el amor le lleva a Robert y la muerte a Dios. También podría verse esta obra como una muestra de lo dependiente que Elizabeth era de Robert, a quien necesitaba para superar su día a día, que era bastante duro a causa de su enfermedad. En el tercer soneto incluso dice que él es mejor que ella, una tontería como una casa de grande. 

Los sonetos del portugués se pueden dividir en varias partes. La primera iría desde el primer soneto hasta el noveno, en los que nos habla de que cree que no merece ser amada, se ve así misma fatal —fea, vieja, moribunda—, está un poco como cuando tenemos un mal día y nos miramos al espejo y nos decimos cosas en plan "cuantos granos tienes, hija" o "buff, menudas ojeras, eso ni con veinte kilos de corrector se disimulan". Y le pide a Robert que la deje porque a ver qué va a hacer él con un espanto como ella. Pero en el décimo hay un cambio, empieza a quererse y culpa a ello al amor —¿nunca habéis oído lo de "estar enamorada te hace estar radiante"? Pues es un poco como eso. Y a partir de ahí se centra en el amor, en lo que siente por él y en que le hace ser mejor. En el vigésimo quinto vuelve a decaer un poco la muchacha y se nos vuelve otra vez un poco melancólica, pero vuelve a levantarse, porque a esta mujer no la gana nadie en cuanto a fuerza de voluntad. Y en el soneto 43 ya nos encontramos con la famosa parte en la que Elizabeth le dice a Robert  las formas en las que ella le ama, siendo todo muy empalagoso y sentimental. 

Otra de las cosas que se pueden observar es la influencia de los poetas griegos en su obra, pues nada más empezar la obra ya menciona a Teócrito, y recordad que os dije que esta mujer adoraba leer a los poetas clásicos y a los metafísicos. También se puede ver esto en que la obra recuerda a los poemas pastorales, en los que se da importancia a la naturaleza, al amor, referencias mitológicas, tranquilidad... además, también tiene un poco del romanticismo propio del siglo XIX en toda esa expresión de los sentimientos, del amor y la melancolía. 

Y bueno, esta es mi primera entrada sobre las obras de Elizabeth Barret Browning. La siguiente espero que sea sobre Aurora Leigh, pero ya será en Octubre porque en septiembre toca, de nuevo, Virginia Woolf. Al fin os traeré la entrada sobre Las olas. Un abrazo enorme y feliz fin de verano. 


Poema completo AQUÍ

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