Este mes ha sido un poco caótico entre el nanowrimo, el colectivo y la universidad, pero parece que ya vuelve todo a la normalidad. Ayer aproveché que era el blackfriday para comprarme un kindle. Sí, me he comprado un kindle y sé que os va a sorprender, ya que no me gustan nada los libros electrónicos. Pero es que lo necesitaba para la universidad, el trabajo y el blog, así que he tenido que hacerme con uno. Y como leo mucho más rápido en kindle que en papel, os aseguro que se va a notar muchísimo en el blog (no es broma). De todas formas, hoy no vengo a hablaros de eso sino de las últimas lecturas de este mes, con las que he podido cerrar dos sagas y continuar otra.
El incienso de los espíritus de Victoria Álvarez: este libro cierra la trilogía de Helena Lennox, una arqueóloga de armas tomar. A lo largo de las páginas veremos cómo ella comienza a madurar, dándose cuenta de que tal vez su madre no es como ella cree, y seremos testigos de las decisiones que toma, algunas no muy fáciles. Por supuesto, tendremos un montón de acción y de misterio, descubriendo además la cultura japonesa (comida, juegos, leyendas, tradiciones...). Como siempre, Victoria Álvarez escribe maravillosamente y es capaz de transportarnos a ese lugar, haciéndonos disfrutar muchísimo. Si bien es cierto que hay algún tema que se me queda algo flojo (aunque puedo entenderlo, ya que el foco de la historia está en Helena y no en la otra persona), creo que es el cierre perfecto de una historia que nos ha hecho disfrutar durante muchísimo tiempo. No solo es, además, una despedida a Helena Lennox, sino que decimos adiós a toda su familia. Y a mí me ha encantado conocerles, a ellos y a sus locuras.
Reinos de cristal de Iria G. Parente y Selene M. Pascual: con este cerramos una pentalogía emocionantísima. Hasta ahora habíamos ido conociendo una diferente en cada libro, aunque siempre había cameos de los anteriores personajes, y nos habíamos ido encariñando poco a poco de cada uno. En Reinos de cristal nos reunimos con los protagonistas de los cuatro libros, conocemos a alguien nuevo y las autoras nos clavan un puñal en el corazón varias veces a lo largo de las páginas. Es un final emocionante y mientras leemos vamos viendo cómo van surgiendo las intrigas que caracterizan a esa historia. Todo lo que ocurre en el libro está medido y es justo, está tan bien hilado que no soy capaz de encontrar alguna pega a las cosas que más me han dolido. Iria y Selene han sabido darle el final adecuado a esta historia que nos ha acompañado tantos años. Los personajes maduran y aprenden de sus errores y de los momentos más duros, nos reencontramos con otros a los que logramos comprender (en cierta manera) y redescubrimos lo importante que es unirse. Un final perfecto.
Virtud y verdad a quemarropa de Rolly Haatch: qué decir de la segunda parte de esta trilogía que no se haya dicho antes. Rolly Haatch es una escritora maravillosa que ha sabido crear un drama familiar que engancha y que jamás quieres acabar. En este libro, ha pasado el tiempo y vemos a un Jake superado por las circunstancias y al que nadie se esfuerza en comprender. Contemplamos cómo cada miembro de la familia no sabe muy bien por dónde tirar, tomando algunos unas decisiones terribles. A lo largo de las páginas veremos las consecuencias del final de Amor y virtud, querremos entrar en la novela para darles un abrazo y decirles que todo va a ir bien, que no se preocupen. Esta trilogía ha conseguido enamorarme porque es lo que busco en este tipo de libros: familias reales a las que no siempre les salen las cosas bien y que tienen que arreglárselas como buenamente pueden. Las discusiones, las conversaciones y su día a día son reales. Y Rolly escribe tan pero que tan bien que es un placer leerla. Estoy deseando leer la tercera y última parte, aunque espero que no me rompa el corazón.
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