El cuento de la criada

27/7/17



En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.

Yo había oído hablar un montón de esta novela pero nunca me había atrevido a leerla, aunque no sé por qué. Encima me enteré de que estaba descatalogada en España y eso me quitaba aún más las ganas porque aunque podía leerla en inglés prefería no hacerlo. ¿Por qué? Por si me perdía algo. No sé, tenía la sensación de que esta necesitaba leerla en mi idioma. La sorpresa fue cuando me enteré de que iban a hacer serie ¡y reeditar el libro en España! Así que esperé con paciencia y en el mismo día me vi los dos primeros capítulos y fui corriendo a la librería a comprarlo. Uno de los motivos por los que esperé es que quería saber si me gustaba ¿y qué mejor que ver un trozo de la serie para saber si me convencía? Lo hizo, por supuesto. Considero que El cuento de la criada es una de mis mejores lecturas de este año. Y os voy a hablar tanto de la novela como de la adaptación porque ambas son maravillosas. Espero no aburriros.

NOLITE TE BASTARDES CARBORUNDORUM

En cuanto al título, Atwood se inspiró en Los cuentos de Canterbury y en los cuentos de hadas tradicionales, haciendo parecer algo que no es. Porque sí, cuando leí el título la primera vez pensé que iba de una criada en el siglo XVIII y ya os adelanto que no, no es en absoluto eso.

Os voy a explicar un poco cómo va la sociedad esta porque puede ser un poco lío y hay algunos que tras haber leído la novela siguen liándose. En cuanto a los hombres, algunos trabajan en el supermercado, otros son chófers y otros trabajan en el gobierno, como el comandante Fred. Luego están los que están al márgen de la ley, trabajando en un prostíbulo. En cuanto a las mujeres están las esposas, las criadas, las marthas y las tías. También hay mujeres que se dedican a las prostitución, estando al margen de la ley. ¿Quienes van a la prostitución? Las mujeres que han desobedecido/hecho algo ilegal/actuado como no se debe a las que dan a elegir entre prostituirse o ir a las colonias. También están los ojos, que son los que controlan todo esto, y los ángeles, que son los que vigilan.

En cuanto a territorio, está Gilead que es el antiguo Estados Unidos de Norteamérica, y las colonias, tierras contaminadas donde mandan a hombres traidores al género —pueden ser tanto homosexuales como hombres que se niegan a formar parte del nuevo orden, religiosos, médicos que ayudan a las criadas o que se niegan a trabajar para el gobierno...— y a mujeres a las que no se considera como tal —no estériles, desobedientes, homosexuales. Dentro de Gilead están los centros rojos que es donde educan a las criadas para ser criadas, les enseñan todos los ritos y les hacen meterse bien en la cabeza cuál es su trabajo —utilizan torturas para que aprendan. Más allá de Gilead está Canadá, el país al que intentan huir los contrarios al régimen.


Las criadas pierden su nombre anterior, perdiendo con ello su identidad como seres humanos y pasan a llamarse "DeX" —X sustituidlo por un nombre masculino. La protagonista, por ejemplo, es Defred u Offred, según lo leas en español o inglés, pues pertenece a ese comandante. Aunque la gracia del asunto es que, pese a pertenecer en cierta manera al hombre, en realidad la que posee a la criada es la esposa, siendo la que la castiga. Y bueno, vosotros os preguntaréis ¿para qué quieren criadas? Resulta que después de la guerra, casi todas las mujeres han dejado de ser fértiles y las esposas de los líderes quieren ser madres, por una parte por el deseo de tener un hijo y por otro para no extinguirse, pues el no tener hijos se nota. ¿Qué hacen? Deciden tomar la medida de tener cada matrimonio una criada para tener a su hijo, dejándola permanecer en la casa tras el parto, pero hasta que el niño no necesite más que le dé el pecho pues acaban mandándola con otra familia para que el proceso se repita. Si la criada no consigue quedarse embarazada recibe un castigo y es algo que pasa mucho, pues la mayoría de los hombres, tanto en el libro como en la serie, tienen problemas de fertilidad.

¿Quienes suelen convertirse en criadas? Aquellas mujeres fértiles que han cometido algún tipo de delito a los ojos de los gobernantes, que suele ser en su mayoría ser segundas esposas —sobre todo si ha sido la amante antes—, madres solteras, divorciadas... Los matrimonios en Gilead son sagrados pero podemos ver como casi no se hablan entre ellos, como se ignoran y son solo apariencias. Y la labor de la criada está unido a un fragmento del Génesis mal interpretado: Y viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y dijo a Jacob: «Dame hijos o me moriré.» Y Jacob se enojó con Raquel, y le dijo: «¿Soy yo, en lugar de Dios, quien te niega el fruto de tu vientre?» Y ella dijo: «He aquí mi sierva Bilhá; únete a ella y parirá sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.» Es un poco como la propuesta modesta de Jonathan Swift —si le hubieran tomado en serio, unos cuantos irlandeses habrían sido caníbales.

Sí, eso rojo es sangre. Mucha sangre de gente a la que cuelgan ahí

El sometimiento de las mujeres lo hacen de una forma bastante fácil: les quitan el poder económico y social. Tanto en el libro como en la serie, Defred pierde su trabajo junto al resto de sus compañeras y se le bloquea la cuenta bancaria, solo pudiendo sacar su dinero si lo hace su marido o un familiar masculino. Las mujeres dejan de poder trabajar y utilizar dinero de manera independiente. En el nuevo gobierno, además, se les prohíbe leer y escribir. Tampoco pueden sentir amor por otras personas, se acabó enamorarse. Sobre todo, por parte de las criadas. Ellas no pueden sentir nada. Tienen que hacer todo lo que se les exige, comportándose como robots. Defred, aun así, nos habla de amor durante el libro de dos maneras: el amor que siente hacia su marido y su hija y el que siente por su mejor amiga, Moira, quien acaba trabajando en un prostíbulo por escaparse del centro rojo.

Lo normal, decía Tía Lydia, es aquello a lo que te acostumbras. Tal vez ahora no os parezca normal, pero al cabo de un tiempo os acostumbraréis. Y se convertirá en algo normal.

Las criadas, además, son mandadas a hacer la compra junto a una compañera, que sirve para vigilar  a la otra —si no sabes si está en tu bando o en el de gobierno no te arriesgas a decir nada impropio, pues tienes miedo de que te delate, así que vives con miedo y controlada. ¿Y cómo hacen la lista si no pueden leer? Pues les hacen dibujitos, comunicándose por el medio iconográfico. Además, todas visten de la misma manera, tapando todo lo posible sus cuerpos, y de color rojo. Las esposas visten de azul y las martas de verde, creo recordar. A parte de todo esto, las criadas tienen ciertas reuniones. Cuando hay un nacimiento, todas van a ayudar. Cuando hay que castigar a alguien, todas van al castigo y son obligadas a lapidar al culpable. Las embarazadas también son obligadas a hacer estas cosas, pero reciben un mejor trato por interés.


En cuanto a personajes importantes, tenemos a varios. Defred —no se conoce su nombre, pero se la suele llamar June por algo que se deja caer al principio de la novela, aunque no tiene por qué ser ese su nombre— es la narradora, la que nos cuenta este cuento, pudiendo ser todo real o no, pues puede ser que en algunas partes mienta. Nos habla de su vida actual y de su pasado mediante flashbacks, conociendo de esa forma a Luke, su marido, a su hija, a Moira y a su madre. Se saben cosas de ella, como que tiene treinta y tres años, el pelo castaño, la talla de pie y que es fértil. Y precisamente esa fertilidad es la que la mantiene viva. Su objetivo es salir de ahí para encontrar a su hija y saber si su marido está muerto o no. También cuenta que la atraparon cuando intentaba huir a Canadá. Moira, la mejor amiga de Defred, si que conserva su nombre en la historia y la conocemos a través de los flashbacks de Defred. Esto es muy interesante porque conocemos a la Moira de antes y de después de la catástrofe, vemos sus cambios y sufrimos con ella. De ella sabemos pocas cosas, que fue a la universidad con la protagonista, que es lesbiana y que pelea contra el gobierno, siendo una rebelde y logrando huir del centro rojo, aunque acabe en un burdel tras ser atrapada. La razón por la que se salva Moira es que es fértil porque si no habría sido llevada a las colonias por su condición de no mujer. Serena Joy es la mujer del comandante Fred y en el libro es una mujer mayor que cantaba Gospel y salía en las noticias. No es su nombre real, por cierto, el de ninguna lo es, son seudónimos por si alguien que no debe lee estas memorias. Serena Joy no es lo que parecía en la televisión y es una mujer mala y autoritaria, que sufre humillaciones por parte de su marido y que desea tener un hijo como sea. Además, es una de las que ayudó a crear este sistema tan autoritario y espantoso. El comandante, Fred, es un señor mayor que hace lo que no debe con sus criadas, pues desea algo que no puede tener —encima ellas son más jóvenes y eso a él le gusta. Para él el nuevo sistema es maravilloso y no cree que haya ningún problema, guarda cosas de la antigua sociedad en su despacho y es el típico hombre de "mi mujer no me comprende, pero tu sí" que es un tanto insoportable.

Esos serían los principales, y como secundarios están Nick, el chófer de Fred, quien oculta algo y que acabará sirviendo a Defred como terapia y forma de escapar de lo que le está ocurriendo; Luke, el marido de Defred del que solo se sabe que se divorció de su primera mujer y que puede que esté muerto; Janine, a quien conoce en el centro, llegando ahí porque fue violada en grupo a los catorce años y tuvo un aborto involuntario, es un personaje que da muchísima pena y que hace que se te encoja el corazón cada vez que aparece; Deglen, la primera compañera de Defred, quien parece formar parte de la resistencia; y Tía Lydia, la mujer que les educa en el centro rojo con torturas y que es la más cruel de toda la historia. Y bueno, hay muchos más pero tampoco me voy a poner a hablar de todos que me tiro aquí tres horas.


La novela tiene unos capítulos que son llamados "la noche" y es el momento en el que la criada tiene flashbacks y nos habla de su vida anterior, contándonos cosas personales. Es como su momento, el único en el que nadie está vigilándola y ella se siente más o menos libre.  La trama puede dividirse en tres actos: el primero es cuando comienza a trabajar para el comandante y se implica con él, el segundo sería cuando la relación con el comandante empieza a ser algo más que jugar al Scrabble y tiene una relación más cercana con Nick, y el tercero cuando tiene que asistir a una ejecución y la Serena Joy descubre lo que pasa entre Fred y su criada.

Antes os he hablado de los Ojos pero no os he explicado bien su función. ¿Quienes son? Trabajan para el gobierno de Gilead y están repartidos por todo el país, siendo espías. Esto crea que el ambiente sea inseguro porque no sabes quién es un ojo y quién no, por lo que no puedes hablar con libertad con nadie.

Y por último quiero hablar brevemente de la serie porque considero que es un buen complemento de la novela. Han adaptado el libro a nuestros tiempos, pues en la novela todo sucede en el siglo XX, y los personajes han cambiado para adaptarse en cierta manera al siglo XXI. En otras adaptaciones esto no habría tenido sentido, pero con El cuento de la criada sirve para acercar esta novela a nuestros tiempos y horrorizarnos aún más ante la idea de que esto pase. Además, la eliminación de los derechos de las mujeres impacta más o al menos a mí, pues para mí sería impensable dejar de leer, escribir o no poder ir a los sitios libremente. Serena Joy es una persona joven para que compita directamente contra June y, además, vemos un contraste bastante fuerte entre la Serena de antes y de después. Antes de todo esto, era una mujer feminista —la metería dentro del feminismo tradicional— que conoció a un hombre muy religioso, convirtiéndose ella al puritanismo y ayudando a crear un sistema en el que ya no se le permite hacer nada, algo que para ella es horrible porque ¡gracias a ella está casi todo eso montado! Oh, y está el hecho de que a Defred se le da un nombre, June, supongo que para acercarla más a los espectadores. También veremos todo de forma más amplia, pues no solo veremos lo que le pasa a Defred si no que también a Deglen, a Luke, a Moira. Sabremos la que han montado en Canadá y lo que piensan algunos países sobre este sistema.


Y esto es todo por hoy, podría decir muchas cosas más pero solo me queda deciros que leáis el vídeo, veáis la serie y luchéis para que esto no ocurra nunca porque sería un mundo horrible. Un abrazo enorme y hasta el próximo día. 

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