En la década de 1920, una época de profundos cambios sociales, la protagonista dará un giro a su vida y vivirá una apasionante aventura a la conquista de sus sueños.
Barcelona, 1928. Ana Éxposito es una joven huérfana que ha crecido en la Casa de la misericordia. Su afición por el cine, las revistas femeninas y la cosmética han hecho de ella una muchacha independiente que quiere disfrutar de la vida. A su salida del organato, empieza a trabajar como dependienta en una droguería donde conoce el arte de la persuasión y las últimas novedades en artículos de belleza. Cuando por casualidad descubre la fotografía de una mujer que podría ser su madre, emprende una búsqueda que la llevará por diferentes lugares, desde Sant Feliu de Guíxols y Madrid hasta la exótica Filipinas. Durante un camino lleno de dificultades y sorpresas, Ana se convertirá en una de las primeras mujeres publicistas de la época.
Quizás muchos no lo sepáis, pero una de mis momentos favoritos en cuanto a la moda son los años 20, siempre me han gustado los vestidos sueltos para bailar, los peinados, las batas... Y cuando vi que este libro sucedía en esa época acepté la petición de reseña que recibí. En los años 20 sucedieron un montón de cosas en el mundo como los años locos, la gran depresión... España también formó parte de esto, pues llegaban las modas de Estados Unidos y las jóvenes querían parecerse a las actrices de cine. Y en 1928, a un año de la Gran Depresión, nos encontramos con Ana Éxpósito.
El libro de Marta Gracia Pons ha tenido cosas que me han gustado y otras que me han chocado, por supuesto os voy a hablar de ambas. Ya sabéis que yo siempre soy sincera en mis reseñas y lo digo antes de ponerme con esto para dejarlo claro cuanto antes. ¿Empezamos?
Primero vamos con las cosas positivas y es que creo que narra realmente bien. Me gusta cómo te cuenta la historia y describe la ambientación. No se hace pesado y poco a poco vas descubriendo cosas de los lugares a los que va Anna, características de los sitios y te haces una idea perfecta de Barcelona, Madrid y Filipinas. También me gustó el detalle de ir alternando las partes de Anna con el diario de una mujer, Teresa, a la que iremos conociendo a través de lo que escribe. Y me ha encantado que haya metido el tema de la publicidad porque es algo que no se suelen tratar en las novelas, sobre todo la de los años 20 y he aprendido un montón (estoy segura de que me va a servir para la documentación de una de mis novelas).
Marta Gracia ha sabido expresar a la perfección lo que la publicidad intenta hacer con cada anuncio, cómo las mujeres se sienten al ver los anuncios con esas mujeres perfectas que parecen capaces de hacerlo todo. Con el personaje de Anna, además, nos irá mostrando cómo los anuncios van cambiando a lo largo de los años gracias a su trabajo en una agencia de publicidad. Veremos cómo se enfoca en la belleza, en estar más guapa y más delgada, un adelanto de lo que será la publicidad años después. Creo que a todas nos pueden venir anuncios a la cabeza en los que nos dicen lo mejor que estaríamos si fuéramos más delgadas, más blancas o más morenas, más altas, o más bajas...
¿Las partes negativas? En ciertas ocasiones he tenido la sensación de que las cosas pasaban demasiado rápido y no daban tiempo a que Anna se asentase y conociera a la gente. Cuenta su vida a unas desconocidas, se implican demasiado pronto en una búsqueda que no está demasiado bien metida, o al menos a mí no me ha gustado cómo lo ha hecho. Y en cuanto a los diálogos hay unos que me han encantado porque eran sueltos, pero otros se me han hecho un poco artificiales.
Pero no tengáis mucho esto en cuenta porque es su segunda novela y es algo que irá mejorando. Para ser su segunda novela, creo que está muy bien y que es interesante, a la par de entretenida. No hay discordancias en la trama, está bien hilada y documentada. Estoy segura de que si le dais una oportunidad la vais a disfrutar, además de ir a un sitio tan diferente como Filipinas.
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