Atrapada en el tiempo comienza veinte años después de haber atravesado el portal y haber aparecido en la Escocia del siglo XVIII. Claire Randall regresa al país con su hija Brianna, a las montañas donde comenzó todo. Con la ayuda de Roger, un historiador, Claire busca las tumbas de los caídos en la batalla de Culloden en 1745. A pesar de los años pasados, ella sigue amando a Jamie Fraser como si hubiera sido ayer (lloremos todos, es tan bonito) y además descubriremos qué pasó para que ella volviera otra vez al siglo XX.
Diana Gabaldon ha escrito una historia maravillosa y libro a libro me voy enamorando más de Escocia, de su historia, de Claire, de Jamie, y de la vida ficticia de ambos. Si algo me gusta es esa parte histórica que mete Gabaldon, el único elemento real de toda la novela, y me encanta porque lo mete de una forma natural, vas descubriendo el siglo XVIII gustosamente. Lo vemos a través de los ojos de Claire, una mujer del siglo XX que se encuentra en un siglo que no es el suyo y es fascinante. Muchas veces cuando lees libros que en los que hay un elemento histórico importante, en el que es necesario hablar de la política, sociedad, economía... de la vida, por resumir, de ese momento te lo meten sin delicadeza alguna, de golpe y porrazo y Diana no, te lo va explicando poco a poco a partir de las vivencias de Claire y es algo que me gusta, ¿no? Recuerdo que cuando estudiaba historia la mayoría de los profesores nos hablaban de los acontecimientos a lo largo de la edad que explicaban de tal forma que era infumable. Sí, vamos a ser claros. Todo era pam, pam y pam. En cambio hubo una que cuando nos habló del siglo XX lo hacía de tal forma que todos la escuchábamos, disfrutábamos porque no se limitaba a soltar una serie de carácterísticas, de cifras y de fechas, sino que trataba de que nos metiéramos con ella en aquel momento, que lo viviéramos. Y es algo que Diana hace. Viajamos con ella en el tiempo y nos hace creer que es posible.
Dicen que las segundas partes siempre son malas. Pues esta no, es igual de buena que la anterior. En este hay más parte histórica, pero también más aventuras, más tensión, más "por favor haced algo porque os van a pillar y a mí me va a dar algo", y muchas partes que te hacen reír, porque quién no se ríe con Jamie y sus tonterías. Esta vez, además, la parte de la Escocia del siglo XVIII no es algo que está viviendo, sino que es un ¿flashback gigante? Podría decirse que sí, son los recuerdos de Claire, y se lo está contando a su hija y a Roger, que también tiene cierta importancia en todo este embrollo.
También algo que tiene muy bueno Gabaldon es que sabe sus personajes se comportan con naturalidad. Por ejemplo, tras saberlo todo Brianna actúa como actuaría cualquier persona normal, no lo acepta (como en estas novelas fantásticas para adolescentes donde les dicen que tienes poderes y es como oh vale, qué bien, enséñame) y es algo que me hizo tener ganas de aplaudir porque estoy harta de que todo sea tan "oh vale, ya decía yo que algo tenía de raro porque blablabla".
También vemos una evolución de los dos personajes principales. Jamie es más maduro y menos inocente que en el primer libro, principalmente porque después de la violación que sufrió a manos de Randall esto le ha dejado aún más cicatriz que las de los latigazos que tiene en la espalda. Algo que me ha gustado es que Jamie es capaz de ser el hombre más sensible, cariñoso y bueno con su mujer, pero ser capaz de ser frío cuando las situación lo merece, también piensa más que antes. Claro, que Jamie sigue siendo un hombre perseguido por la ley y es muy gracioso cómo es descrito por los enemigos. En esta novela, además, tendrá un joven ayudante al que de vez en cuando deberá castigar, tal y como hacen los escoceses, y me gusta mucho cómo sufre Jamie cuando lo hace, porque es parte de su personalidad, el no soportar hacer daño a la gente que quiere. Y sigue siendo igual de justo. Pero también madura Claire, ahora es menos ¿temeraria? Sí, los dos se vuelven más sensatos, y se ha adaptado aún mejor al siglo XVIII. En esta novela ella ya no quiere volver a su siglo, y ayuda a su marido a intentar parar la batalla que se avecina aunque se va dando cuenta de que el pasado, al final, no se puede cambiar así que lo que intentará es salvar la vida del hombre al que quiere con todo su alma. Con ella además también viviremos un momento bastante duro y que la cambiará. Algo también a destacar es que Claire sigue siendo la Claire de su siglo, claro que se adapta pero no pierde su fuerza, y siempre exige que se la trate como a una persona, no como un objeto (algo que eran las mujeres en ese momento).
Con este libro no solo conoceremos la historia de Escocia, sino que nos trasladaremos a Francia y conoceremos a Carlos Estuardo, a Luis XV y a su corte (y los entresijos que hay en ella). También habrá personajes secundarios, uno de ellos Carlos, y si algo tiene Gabaldon es que estos siempre tienen una gran fuerza, y su valor en la historia, no son simples accesorios sino que les da la importancia que merecen, muchas veces son esenciales para la historia y es algo que me encanta y maravilla de los libros de esta mujer.
Si tenéis miedo de leer esta novela por ser una segunda parte no lo tengáis, es una continuación maravillosa, fascinante, con una evolución clara tanto en la historia como en los personajes. Os aseguro que os va a producir angustia en ciertos momentos, felicidad en otros, un enfado monumental (porque a veces la gente es idiota, y Claire y yo nos desesperamos) y os atrapará. Atrapada en el tiempo es una maravilla y os llevará directos al tercer libro porque os aseguro que no vais a querer dejar de saber sobre estos dos en ningún momento. Una buenísima novela.
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