En la vida real

29/9/17



A Amanda le encanta jugar a Terráurea en línea, el juego de rol multijugador masivo al que dedica la mayor parte de su tiempo libre. En esa realidad puede ser una líder, una luchadora, una heroína; es un espacio donde conocer a gente de todo el mundo y hacer amigos. Pero las cosas se complican cuando se hace amiga de un «granjero», un pobre chico chino cuyo avatar en el juego cosecha ilícitamente objetos valiosos para luego venderlos a jugadores de países desarrollados a los que les sobra el dinero. A pesar de ser un comportamiento que va en contra de las normas de TerrÁurea, Amanda pronto comprende que las diferencias entre el bien y el mal no quedan tan claras cuando está en juego el sustento real de una persona real. 





El otro día fui a la biblioteca y encontré este cómic, le eché un vistazo y decidí llevármelo a casa. ¿Por qué? por el dibujo, pues me pareció una monada. Os adelanto, antes de hablar un poco en condiciones de esta maravilla, que tiene algo más que el dibujo bonito... lo tiene todo.

Empecemos por la historia, la cual me ha parecido muy interesante y recomendable para todo el mundo, pues trata varios temas. Al principio de la historia, una chica va a dar una charla sobre videojuegos y habla de cómo las chicas no suelen atreverse a jugar a los de online o que si lo hacen pues juegan con personajes masculinos y les pide que jueguen durante un tiempo al rol en el que ella participa. Pone una condición, la de que jueguen como mujeres. Y Amanda se apunta, después de convencer a su madre de que le pague la suscripción —es como el wow, que para jugar hay que pagar. Ella empieza a jugar y conoce a una chica que le propone hacer misiones a cambio de dinero y, claro, Amanda acepta y la fastidia. Gente, no aceptéis dinero de alguien que no conocéis.


Amanda va ganando confianza en sí misma y empieza a cambiar su actitud en el colegio y la relación con su cuerpo, también se va volviendo más amable. Al final del cómic se nota muchísimo su evolución,  mostrándote los beneficios de los juegos de rol online, pues en ellos creas equipo, te relacionas... y es un poco de lo que va este cómic de los beneficios y de los peligros de los juegos de rol, resaltando sobre todo lo primero.

Pero no se queda solo ahí, si no que también nos meten la explotación laboral. ¿Cómo? Pues con un personaje que la protagonista conoce jugando. Empiezan a hablar y él le cuenta su situación laboral, lo enfermo que está y la precaria situación en la que vive, haciendo que Amanda se dé cuenta de lo privilegiada que es. Por supuesto, intenta ayudarle. ¿Le saldrá bien?

En resumen, trata los temas de las mujeres en los videojuegos y la reivindicación de un trato justo —porque sigue habiendo hombres que piensan que nosotras no tenemos ni idea de jugar, como se demostró ayer cuando se pidieron chicas que jugaran al lol para una charla mixta en un evento—, la responsabilidad —no aceptes dinero de desconocidos—, el beneficio de los juegos de rol en la relación con uno mismo y la explotación laboral.


Por otro lado, tenemos el dibujo que es una preciosidad. Utiliza una gama de colores cálida, al menos la mayor parte del tiempo, y los dibujos son súper cuquis —lo siento, necesitaba utilizar esta palabra, porque los dibujos es que son maravillosos. Es una maravilla ir leyéndolo porque es tan bonito. El dibujo es "caricatura", o sea no es realista, y las formas son redondeadas. Una de las cosas que me ha gustado es la caracterización de la protagonista, pues es bajita y gordita, con gafas y un pelo maravilloso y me gusta porque es diferente a las típicas protagonistas que te plantan habitualmente. Además, otra cosa bonita es que en la historia no solo sale ella, si no que también están presentes los padres y es como ¡gracias por no matarlos!

Total, que es un cómic con un dibujo muy bonito y unos temas interesantes que estoy segura que os encantará. 

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