No siempre aciertas con las lecturas y no pasa nada

31/7/19



Os prometí una entrada cada miércoles y aunque he tenido que faltar a mi palabra una o dos veces (porque no me encontraba bien, no por vagueza), tenía que cumplirlo. Lamentablemente, esta vez no es una entrada llena de libros que me hayan entusiasmado y es que mis dos últimas lecturas han sido un poco... Que sí, pero no. Y no pasa nada por no haber acertado. No siempre nos tienen que gustar las lecturas, aunque es cierto que yo casi siempre elijo muy bien. Con la de Butler me ha pasado una cosa, que la novela estaba yendo bien, más o menos, pero justo en el final... Bueno, que ahora os lo cuento. Pero eso, que no pasa nada por no acertar siempre. Aunque admito que me ha dado muchísima pereza hablar de ellos.

El corazón de los hombres de Nickolas Butler

Verano de 1962. Nelson, un chico de trece años, es el corneta de un campamento de boy scouts. Sus medallas, su habilidad para encender el fuego y el celo con el que desempeña sus tareas no son la mejor manera de ganarse amigos. Solo Jonathan, el chico más popular del campamento, le presta un poco de atención: es el único que se acuerda de su cumpleaños y que lo defiende de los abusones. Jonathan y Nelson todavía no lo saben, pero durante su infancia forjarán una amistad que resistirá el paso del tiempo y que les ayudará a soportar los golpes que la vida les tiene reservados.

Como ya sabéis, me encantó Canciones de amor a quemarropa. Me parece una novelaza y una lección de cómo hacer bien una novela. Y sí, iba con muchísimas expectativas, pero es que creo que este hombre demostró ahí que sabe escribir sobre amistades, crear cierta tensión y todo sin grandes dramas. No sé, sentía que era como cotillear la vida de alguien y me trasladaba a ese estados unidos rural que tanto le gusta. Y creo que ese ha sido el problema, esperar que me hiciera sentir de forma parecida. 

A mitad del libro pensé que estaba pillando al fin de qué iba, creía que hablaba de la masculinidad y de las humillaciones a las que someten a muchos críos para hacerles más hombres. A lo largo del libro ves el fracaso de unos hombres y el éxito de otros, aunque son bastantes pequeños. Ves algo, pero entonces pierde el rumbo de la novela y no sabes qué estás leyendo. Acaba convirtiéndose en un mensaje negativo de que no lograrás nada siendo una buena persona, además de sensible. Eres testigo de cómo todo se va reduciendo a cenizas sin que nadie haga nada más que empeorar las cosas. Y encima utilizan ESE recurso que no me gusta. 

Está bien hablar de los abusos sexuales, pero siempre que tenga sentido en la trama. Esto suele darse cuando quieres denunciar la situación de la mujer a lo largo de los años, por ejemplo hay muchas novelas estadounidense que denuncian las violaciones que ocurren en las universidades (muchísimas, tanto a mujeres como a hombres, y es escalofriante). Pero poner una violación porque sí, no está bien. Podría justificarse que es para denunciar la actitud de los hombres hacia las mujeres, pero la narración de este libro no te lleva a eso. Te lleva a que no tiene ningún sentido y te fastidia la novela. Además, todas las mujeres de este libro son maltratadas de una forma u otra. ¿Qué te ha pasado, Butler? 

Y eso, es que me ha fastidiado completamente el libro. Pero dejándolo a un lado, algo interesante es que vemos la historia de Nelson desde varias perspectivas. Desde la suya, desde un amigo y desde la del nieto de su amigo. Le vemos crecer, somos testigos de cómo va madurando a través de las experiencias. Y me gustó muchísimo esa forma de explorar la vida de alguien porque no la vemos entera, vemos los fragmentos que el narrador quiere que veamos, dejando huecos en la historia que podemos intuir pero no llenar. Además, también veremos distintas familias, ambientes y lugares rurales. 

Podría haber sido una buena historia, pero a mitad del libro se pierde y no logra encauzarse otra vez.

Los inmortales de Chloe Benjamin

En 1969 en el Lower East Side de Nueva York se está corriendo la voz sobre la llegada de una mujer mística: una adivina viajera que asegura poder predecir la fecha de la muerte de las personas. Los hermanos Gold, Simon, Klara, Daniel y Varya, son cuatro adolescentes que consiguen localizar a la adivina y saber qué les depara el futuro. Pero lo que los hermanos Gold no entienden es que este secreto conlleva un gran peso, que no todo el mundo es capaz de soportar… ¿Tenemos un destino predeterminado o podemos cambiarlo con nuestra voluntad y acciones?

Esta novela llevaba llamándome un tiempo la atención, principalmente porque a mí esto de la inmortalidad me ha llamado siempre la atención (tengamos en cuenta que yo estoy A TOPE con los vampiros). Antes de nada os advierto de que esta novela no tiene nada que ver con ser inmortal, pero nada de nada porque básicamente a todos les dicen en el primer capítulo la fecha de su muerte. ¿Se cumplirá?

Soy de las que piensan que si alguien te dice "vas a morir el 16 de noviembre del 2035" se va a cumplir, pero no porque esa persona sea adivina si no porque en tu cerebro no puedes dejar de pensar en esa fecha. Si la fecha es cercana, tomarás un montón de decisiones horribles con la excusa de disfrutar de la vida porque total, mañana me muero, y si es lejana vas a dejar de vivir para que no te pase nada y eso sea cierto.

A mí no me gustaría nada saber cuándo voy a morirme. Sí que me gustaría ver uno de los posibles futuros, pero más que nada por saber si todo el esfuerzo que pongo a mi carrera desde hace más de diez años va a tener algún resultado. Pero aún así tampoco querría saberlo, ¿porque y si no lo tiene? ¿Qué hago? ¿Dejo de hacer lo que me gusta? ¿Me esfuerzo el triple? ¿Dejo de dormir para triunfar? Uff quita, quita.

Pero este libro está lleno de malas decisiones, de muy malas decisiones. Por una parte eso me pareció muy interesante, las cosas no siempre tienen que salir bien y te van contando la vida de cada hermano. Cada persona ha tomado una decisión y ves cómo le va pasando factura. Pero creo que este no era el momento de leer esta novela, o al menos con eso quiero justificarlo, porque mi mayor problema fue la negatividad.

Es algo en lo que coincide con el anterior libro y es que esta es otra novela completamente negativa. No hay nada. Todos son personas horribles, egoístas y llenas de problemas gravísimos. Ninguno está bien ni cuerdo, a todos les pasa algo. Y ni siquiera tiene un final que te alivie, todo es un pozo de tristeza y dolor que no me gustó nada. Creo que es porque estoy en una época en la que quiero acabar con buen sabor de boca al cerrar un libro. Además, a los personajes les faltaba vida y formas de justificar sus acciones, al menos en algunos casos. ¿Quería enseñarnos el valor de disfrutar sin pensar en la muerte? Puede, pero no me ha gustado cómo lo ha hecho.

No sé, es que no me han gustado nada. Al cerrar ambos libros he intentado pensar en ellos, en su mensaje y en lo que pretendían los autores porque estoy segura de que les han llevado muchísimo tiempo. Pero no he podido. Sí que tengo que decir que ambos están muy bien escritos, pero es que no he encontrado el sentido a tanta negatividad.

Si los habéis leído me encantaría saber vuestra opinión por si puedo ver otra visión de estas novelas. Muchísimas gracias por leerme y nos vemos por las redes sociales. 

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