Possession de A. S. Byatt

12/8/20

 

El otro día estaba pensando en qué traeros este nuevo curso al blog y, no sé por qué, se me vino a la cabeza Possession de A. S. Byatt, una novela que me leí para Literatura inglesa IV. El libro es enorme y la verdad es que no me llevó tanto como creía leerlo, sobre todo porque se me hizo bastante entretenido por todas las tramas que hay. Me lo leí en inglés, por supuesto, y creo que el nivel está bastante bien pero lo recomendaría a partir del B2. Possession es un libro especial del que se pueden sacar un montón de cosas y del que se pueden hacer varias lecturas, aunque os advierto que yo voy a hablaros de este libro siguiendo mis apuntes de literatura porque no quiero decir nada incorrectamente.



¿De qué trata el libro? Pues nos cuenta cómo dos jóvenes académicos buscan la verdad sobre la vida de dos poetas victorianos. Mientras descubren sus cartas, diarios y poemas, siguen sus movimientos desde Londres hasta Óxford, aunque se dan cuenta de que tal vez no todo es lo que parece y que tal vez nunca sepan la verdad. Por un lado, tenemos a Ash y LaMotte, dos poetas de los que no se sabe mucho y que están rodeados de un aura de misterio; por el otro, a Roland y Maud, dos académicos que sienten curiosidad sobre la vida de estos dos.


Antonia S. Byatt fue una escritora bastante prolífica que nació en Sheffield en 1936. Sus padres eran ambos graduados de Cambridge y eran un ejemplo de ambición y trabajo, por lo que supuso un golpe que su madre abandonara sus aspiraciones profesionales cuando se casó y tuvo hijos. Esto, junto a que la temprana vida familiar de Byatt no es que fuera muy feliz, hizo que en sus obras hablara del conflicto entre la creatividad y la vida doméstica. De niña se refugió en la fantasía, sobre todo en los cuentos de hadas y los mitos, algo que también podemos encontrar en novelas como Possession. Estudió en varios sitios, pero a Byatt no le entusiasmaba la tendencia de reducir los trabajos literarios a una etiqueta conveniente y ya. Como ya he dicho, hablaba del conflicto que tenían las mujeres al tener que elegir entre la vida familiar y la mental, pero también hablaba de la independencia, la visión y el pensamiento femenino, de la imagen de la mujer fría y estoica... Aun así, cuando era joven no pensaba en rechazar la posibilidad de tener un feliz matrimonio y una vida doméstica, pero empezó a ver los problemas cuando abandonó el doctorado tras casarse con su primer marido, Ian Byatt. Pero acabó encontrando una forma de poder criar a sus hijos, de desarrollarse intelectualmente y escribir.


Byatt tuvo una vida de lo que a primera vista parecerían contrastes: una satisfactoria carrera y vida familiar; escribía crítica y ficción; su narrativa era meditativa y apasionada, realista y romántica. Esto se ve en el libro del que os hablo hoy, Possession, un libro que está lleno de pequeños secretos y que hay que leer con mucha atención para percibir los matices. Y había una cosa que Byatt defendía: la superioridad de la ficción frente a la crítica, la biografía o la historia. Frente a la no ficción, vaya. No le gustaban en absoluto los biógrafos por su deseo de "poseer" y saber todo sobre sus sujetos de estudio, además de hablar de partes de sus vidas que es imposible que sepan nunca del todo. En Possession, tenemos por un lado a Maud y Roland que asumen este papel, pero de una forma bastante distinta porque ellos lo que quieren es simplemente saber más. Están poseídos por la historia de Ash y LaMotte, pero nada más. Es más, durante la novela, Byatt destruye la idea de los biógrafos sobre estos poetas, aunque es algo que queda entre los lectores y ella. Y por el otro, tenemos a los académicos que creen saber toda la verdad sobre la vida de los poetas y que no admiten crítica alguna. Por ejemplo, utiliza los ensayos de Leonora Stern, que eran desde un punto de vista lésbico y feminista, para criticar la suposición de la sexualidad y de la vida de una persona usando la parodia. Stern es una experta en LaMotte y siempre la ha leído como una mujer lesbiana, por lo que no lleva muy bien que contradigan esta visión. 


Una de las razones por las que no recomiendo el libro a personas con menos de un B2 en inglés es que no hay un patrón temporal lineal, sino que vamos de un época a otra, de un lugar a otro y entiendo que pueda llegar a despistar a alguien. Es decir, es una historia fragmentada que no sigue una línea clara. Para que os hagáis una idea, sería más o menos la estructura de Drácula de Bram Stocker. Y el final. ¡El final! Te deja bastante claro, utilizando un narrador omninsciente, que jamás se va a poder saber la absoluta verdad sobre una persona. Siempre hay algo que se te va a escapar. Por lo que os animo a que no dejéis de leer ni una sola coma de este libro para poder disfrutarlo por completo.


Otra cosa que parodia Byatt en la novela es el mundo académico, sobre todo a los académicos norteamericanos, a quien ve como unos depredadores y superficiales. Y en la novela nos habla del estructuralismo, el deconstructivismo, los nuevos historicistas, el psicoanálisis, el materialismo, la crítica postcolonial... pero todo de forma paródica, explicándonoslos y concluyendo que la verdad a la que aspiran al final es solo una quimera.


Possession también es una reescritura maravillosa de la literatura victoriana, porque reivindica la complejidad y la profundidad del pensamiento y el comportamiento victorianos, criticando la visión actual de ese periodo histórico. Byatt defiende a los pensadores de esa época contra los téoricos literarios contemporáneos, con los que no está tan de acuerdo. También es un romance en el sentido de que cuenta dos historias de amor, la de Ash y LaMotte y la de los académicos. Y es interesante ver cómo la historia de los primeros alimenta la de los otros, siendo el pasado el que ayuda al presente. También hay muchísimas alusiones literarias en esta novela, algo que os animo a buscar mientras leéis.


Además, Possession es metaficción ya que Byatt crea todo un compendio de cosas que hace que parezca incluso que existieron. Como dije al principio, estudian cartas, diarios, poemas que parecen sacados del mundo real pero son todo creados por la propia autora para dar esa sensación de realidad a la obra y que hace que sea aún más completa.


 Y otra de las características es que es un libro ventrílocuo porque puedes encontrar una gran cantidad de voces y textos. Estos sirven como pistas para Roland y Maud, como si fuera una novela de detectives. También hay cuentos de hadas que producen una especie de conexión entre los amantes victorianos y los contemporáneos, además de un montón de analogías a través de las metáforas y la imaginería. Os animo a buscar las referencias que usa Byatt para poder ver cómo las ventriloquiza en su narrativa. Esto, por cierto, que haya tantos géneros en la novela hace que sea una novela pastiche.


Pero Posession es mucho más que un ejercicio metaliterario —que, si no lo habíais adivinado, pues es una de las cosas que es este libro—, sino que también es una reflexión de las restricciones del conocimiento, la imposibilidad de conocer completamente a otras personas y la influencia del pasado en el presente. Es una novela muy compleja, como ya he dicho en varias ocasiones, y que no creo que puedas apreciar solo con una primera lectura porque hay tantísmo detrás de cada palabra.


Si tuviera que resumir de alguna forma este libro diría que es un aprendizaje magnífico sobre cómo mezclar los géneros, meter referencias, el tratamiento de la parodia y las metáforas, además de un ejercicio brillante de reescritura. Si no lo habéis leído nunca os animo a que lo hagáis porque no os decepcionará. Si os queréis dedicar a la literatura, ¡con más razón!


Foto encabezado de Kelly Sikkema en Unsplash.


Fuente: Literatura inglesa IV, the postmodern turn (UNED) de Ángeles de la Concha, Antonio Ballesteros y Gretchen Dobrott.

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